...Pero aunque el hombre haya cambiado el mundo circundante, el hombre en si mismo no ha cambiado. Los hechos de la vida son constantes. Vivimos y después morimos. Nacemos del cuerpo de una mujer, y si logramos sobrevivir a nuestro nacimiento, nuestra madre debe alimentarnos y cuidarnos para garantizar que sigamos viviendo, y todo lo que ocurre entre nuestro nacimiento y la muerte, toda emoción que nos embargue, todo arrebato de ira, toda oleada de deseo, todo acceso de llanto, todo ataque de risa, todo lo que sintamos a lo largo de nuestra vida también habrán de haberlo sentido todos los que vinieron antes de nosotros, ya seamos cavernícolas o astronautas, ya habitemos en el desierto de Gobi o en el Círculo Polar Ártico.
PAUL AUSTER. SUNSET PARK
Creo que este fragmento del libro expresa perfectamente lo que quería decirnos el documental que vimos en antropología.
Gracias Tania. Me encanta Auster, y me encanta que lo leas, y que pongas aquí tus pensamientos.
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